Listado de la etiqueta: gestión de emociones

emociones

¿Qué es una emoción?

Seguramente hayáis oído hablar de la inteligencia emocional. Consiste en identificar, comprender y gestionar nuestras propias emociones. Es decir, es fundamental conocerlas para comprender por qué se producen, y cuando ya las conocemos y comprendemos, tendremos más facilidades para gestionarlas. Una buena gestión emocional nos ayuda a sobrellevar mejor los problemas del día a día.

UNA EMOCIÓN ES…

Las reacciones emocionales son instintivas, automáticas y se producen a partir de un estímulo de nuestro entorno. Además, son comunes en todos los animales. Si tenéis mascotas, seguro que sabéis detectar cuando estas están contentas o tienen miedo, por ejemplo.

¡Importantísimo!

 Las emociones no son, en sí mismas, positivas ni negativas, no son malas ni buenas, simplemente son. Todas son útiles y adaptativas, es decir, nos permiten adaptarnos mentalmente, y a veces incluso físicamente, a los cambios o situaciones que nos ocurren.

Pero, ¿son todas las emociones iguales? La respuesta es no. Las reacciones emocionales pueden ser muy diversas, e incluso volverse complejas si se mezclan con nuestros pensamientos o se combinan entre sí. En este artículo vamos a hablar de las seis emociones básicas para conocerlas y comprenderlas.

LAS SEIS EMOCIONES BÁSICAS

Hay seis emociones básicas: sorpresa, alegría, tristeza, ira, miedo y asco. A continuación explicamos en qué consiste cada una, y le añadimos una palabra clave para que sea más fácil recordarla:

• La sorpresa es una emoción de tránsito, es decir, nos detiene por un segundo y permite que nuestro cerebro se adapte a la situación nueva que acaba de encontrarse. Es como un puente entre nuestro estado normal y la siguiente emoción, y se produce cuando la situación es tan impactante que necesitamos un momento para procesarla. La sorpresa es una emoción de corta duración, básicamente nos ayuda a procesar adecuadamente lo ocurrido para poder determinar cuál de las otras cinco vamos a sentir y por qué. Por ejemplo, si de repente nos dicen “te ha tocado la lotería”, nuestra primera reacción será de sorpresa (como solemos decir coloquialmente, “me he quedado en shock”). Luego, pasaríamos a la alegría. Si por el contrario, lo que nos dicen es “han atropellado a tu gato”, nuestra primera reacción probablemente también sea sorpresa, y una vez procesado el impacto inicial, sentiremos tristeza y/o enfado. La palabra clave para la sorpresa sería: TRÁNSITO.

• La alegría es la emoción que surge cuando percibimos una ganancia, cuando nos sucede algo que interpretamos como positivo. No tiene por qué ser una ganancia material, simplemente algo que percibamos como un beneficio (ganar una amistad, ganar un pequeño premio como puede ser salir a cenar fuera con mi pareja, ganar el reconocimiento en mi trabajo, etc.). Nos ayuda a buscar situaciones placenteras y beneficiosas para nosotros, nuestro cuerpo se siente bien y la emoción de la alegría nos conduce a querer repetir eso que nos ha hecho sentir bien, a buscar sensaciones felices. La palabra clave para la alegría sería: GANANCIA.

Emoción: Alegría

• La tristeza, en cambio, surge ante las pérdidas. Al igual que sucede con la alegría, no tiene por qué ser una pérdida material. Cuando sentimos que hemos perdido algo, sea material o metafóricamente, nos ponemos tristes. La tristeza es muy útil, porque nos permite adaptarnos a la situación que está por llegar, que no es la deseada pero es la que nos toca vivir. Por así decirlo, nos pone un poco en standby, para poder utilizar las energías que estamos reservando para afrontar situaciones nuevas. Además, la tristeza es muy buena en seres sociales como nosotros, los seres humanos, porque nos permite buscar apoyos, “hacernos querer” por así decirlo. Cuando estamos tristes, buscamos consuelo en los demás, y eso nos une y nos permite ser ayudados, ya que no todo podemos afrontarlo solos en la vida y, a veces, esa búsqueda de apoyos mediante la tristeza hace que contemos con los demás. La palabra clave para la tristeza sería: PÉRDIDA.

• La ira, por su parte, es una emoción muy útil, porque se encarga de que las cosas sean justas. Cuando percibimos que se está cometiendo una injusticia, nos enfadamos. Ese enfado nos lleva a generar cambios, a hacer cosas con respecto a lo que está ocurriendo para modificar esa situación que nos parece injusta y nos indigna. De no ser por el enfado, probablemente mis derechos se verían pisados continuamente. Una buena dosis de enfado es muy buena para reafirmarme como persona, para mantener mis derechos y mi autoestima y para establecer mis propios límites. La palabra clave para la ira sería: JUSTICIA.

Emoción: Ira

• El miedo es una de las reacciones más primitivas e instintivas, y se encarga de garantizar nuestra supervivencia. Si no sintiéramos miedo ante ciertas situaciones, nuestra supervivencia se vería comprometida, no solo vital (es decir, no se refiere solo a que nos

vayamos a morir), sino, por ejemplo, psicológica. El miedo nos hace cautos y prudentes, nos impide cometer negligencias o actuar de manera que podamos hacernos daño o hacérselo a los demás. El miedo es lo que te hace tomar una decisión rápida si te encontraras, por ejemplo, un tigre en tu habitación. Seguramente saldrías corriendo, llamarías a emergencias o intentarías hacer algo, lo que fuera, por sobrevivir. Si no fuera por el miedo, los animales probablemente nos habríamos extinguido. La palabra clave para el miedo es: SUPERVIVENCIA.

• Por último, el asco es una emoción que guarda similitudes con el miedo. También se encarga de protegernos. Por ejemplo, si fuéramos animales, nos prevendría de comernos cosas no comestibles por el bosque o que son venenosas. ¿No te ha pasado nunca que, después de que te sentara mal una comida, le has cogido muchísimo asco? Eso es porque un mecanismo dentro de ti te está diciendo “cuidado, veneno”. No nos pasa solo con la comida, sino con otras cosas o animales, por ejemplo los insectos. Cuando un animal nos da asco, probablemente algo dentro de nosotros nos esté advirtiendo de que nos podemos enfermar si no lo tratamos con cautela. La palabra clave para el asco es: VENENO.

Por lo tanto y como hemos visto, nuestras emociones cumplen una función muy importante. Es esencial que sintamos sorpresa, alegría, tristeza, ira, miedo y asco en determinados momentos de nuestra vida, y sobre todo es fundamental saber usarlas correctamente, ni por defecto ni por exceso. Hay muchas películas que abordan el tema de las emociones, pero una de las mejores a ese respecto es la película de animación “Del revés (inside out)”. En esta, no solo se aborda la utilidad e importancia de cada emoción en sí, sino lo que nos ocurre cuando no las gestionamos adecuadamente en momentos de grandes cambios para nosotros, como funciona nuestra memoria y nuestro pensamiento y que nunca es tarde para aprender a gestionar nuestras propias emociones. 

¡Emocionarnos nos hace estar vivos!