COVID y mecanismos de afrontamiento en niños en la vuelta al cole
A pesar de llevar conviviendo con el COVID-19 ya casi dos años, nos enfrentamos a una situación sin precedentes que, lejos de aportar estabilidad cognitiva y emocional, forma parte de nuestro día a día cada vez de manera más estable. Según los estudios realizados a lo largo de esta época de incertidumbre, se ha observado un aumento significativo en los niveles de ansiedad, estrés y síntomas depresivos entre la población, pero ¿Cómo ha afectado concretamente a nuestros niños y los más jóvenes? ¿Qué mecanismos de afrontamiento nos pueden resultar útiles conocer para que sobrelleven la situación de la mejor manera posible?
Cierto es que los más pequeños pueden no haber sido tan conscientes de lo que suponía realmente esta situación, pero, aun así, esta nueva etapa ha supuesto un gran cambio en sus rutinas tanto en el colegio como en casa y, ahora que se ha normalizado la pandemia y convivimos con ella, es normal que no tengan claro lo que pueden o no pueden hacer. Este período de incertidumbre puede generar una serie de sentimientos y reacciones en el/la niño/a totalmente acordes con el panorama que nos rodea y es nuestro deber intentar gestionarlos de forma eficaz:
Seguramente la emoción que más predomine entre nuestros pequeños es el miedo a ese “bicho” que anda suelto y no se puede ver. Todo a su alrededor ha cambiado y ellos no saben muy bien el porqué. Es normal que en niños que ya eran previamente algo miedosos o muy ligados a la figura materna o paterna aparezcan pensamientos rumiativos sobre sus propios miedos o intenten evitar esta nueva situación. En este sentido, los progenitores juegan un papel fundamental para que no se mantengan este tipo de conductas, aportándoles la seguridad y tranquilidad que probablemente ni ellos mismos tengan. Sabemos que no es una tarea fácil, pero son los padres los que deben empezar por controlar sus propios miedos y ansiedades, asumiendo que el riesgo de contagio va seguir estando presente y reforzando en los menores que la vuelta al colegio es algo positivo para ellos y que les ayudará en su propio desarrollo.
Tras haber gestionado tus propias emociones como padre/madre del menor, desde la calma y la serenidad, ya podemos ayudarle con sus miedos e inquietudes, intentando transmitirle que deben vivir el presente sin anticiparse y normalizando la situación en la medida de lo posible. Para ello, la forma de comunicarnos con ellos se ha convertido en un aspecto crucial que nos servirá como puente para entender qué le preocupa exactamente y localizar los puntos dónde debemos trabajar concretamente.
Es por eso, que se recomienda dedicar un tiempo determinado (si puede ser justo el momento en el que vienen del colegio, mejor) para hablar exclusivamente de cómo se han sentido en el colegio, si algo les ha generado algún tipo de malestar durante su estancia allí, que nos formulen preguntas acerca de cosas que le inquieten, reforzar que ha pasado otro día en el que no les ha pasado nada y ese peligro no es tal y como se imaginaban… Al fin y al cabo el objetivo, a modo de resumen, es aportarle esa ansiada seguridad y tranquilidad.
Para ayudarnos a que el mensaje cale en nuestros niños, podemos elaborar historias que estén basadas en esta nueva realidad y cuyos protagonistas sean ellos mismos que, mediante su cooperación y con la ayuda de “los supersanitarios”, serán capaces de acabar con el famoso bicho. También podemos beneficiarnos del pensamiento mágico de los niños, intentando facilitarles su día a día y aportándoles la seguridad que necesitan, recurriendo a lo que sus personajes favoritos harían en esta situación o atribuyendo “propiedades mágicas” a las medidas sanitarias establecidas para que también sean conscientes de las nuevas normas que existen en este nuevo mundo: un gel mágico que les ayuda a luchar contra el monstruo, una mascarilla con poderes que cuando la llevas puesta el bicho no puede verte, que lleven su juguete favorito porque les protegerá del monstruo…
Otro de los sentimientos que pueden aparecer comúnmente en esta época son la dependencia excesiva o la ansiedad por separación. Durante los meses de verano, los niños afrontan su vida diaria con la ayuda de sus progenitores y familiares, pero ahora toca volver al “cole” y además no es el “cole” de siempre. Es muy importante que en el período previo a que retomen el colegio, promovamos su propia autonomía por medio de la realización de actividades que les hagan sentirse responsables y organizados. Reforzar el cumplimiento de estas responsabilidades (acordes a su edad) y el hecho de que pueden llevar a cabo sus tareas sin necesidad de nuestra intervención, les generará sensación de seguridad y les ayudará a construir su autoestima de manera más sólida.
A menudo, nos podemos encontrar con que nuestros peques también se sienten enfadados y tristes sin existir un motivo aparente para ello. En estos momentos de inseguridad, es primordial dar a conocer al menor la tristeza como una de las emociones básicas del ser humano, que aparece cuando echamos en falta algo o a alguien y que el llanto forma parte de este sentimiento, intentando normalizarlo y planteando su manifestación como un método sanador que le permitirá sentirse mejor. En cuanto a las manifestaciones de ira o enfado, es aconsejable permitir al niño que exprese sus emociones de manera que él mismo las acepte, procurando ser flexibles y manteniendo un diálogo con ella/él que les haga cuestionar sus propios pensamientos y su comportamiento.
La actualidad en la que vivimos plantea nuevas dificultades y si a los adultos ya nos supone una tarea compleja y tediosa con las herramientas que hemos ido adquiriendo a lo largo de nuestra vida, imaginad encontrarte con esta realidad sin ninguna de ellas. Por ello, desde el Gabinete de Psicología – Javier Álvarez os animamos a que os arméis de paciencia y comprensión y si necesitáis nuestros servicios en esta etapa tan complicada como es la “vuelta al cole”, será todo un placer poder ayudaros.
José Carlos Sánchez Romero, Psicólogo General Sanitario, responsable de las áreas de Terapia Infanto-Juvenil y Neuropsicología del Gabinete de Psicología – Javier Álvarez de Málaga
Puedes contactar con José Carlos www.javierpsicologomalaga.com – 618 058 800
Mi nombre es Javier Álvarez, soy psicólogo general sanitario, colegiado por el colegio oficial de psicólogos de Andalucía con el número AO10698.
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