proceso de duelo

El proceso de duelo

Algo indisoluble del ciclo de la vida es perder. Perder seres queridos, perder a gente conocida, asistir a funerales, entrar en ese momento en el que todo es aflicción y los que nos rodean también está marcado por ese dolor.

Habitualmente cuando se padece el duelo, se afronta y poco a poco, con el tiempo y la actividad diaria, se va dejando atrás, tan solo recordado quizás por fechas o por algunos acontecimientos marcados tanto en el calendario como en las tradiciones familiares.

Pero cuando ese proceso de duelo es algo que nos supera puede ser el momento de pedir ayuda. Porque no siempre estamos en la mejor disposición de afrontar algo tan duro como la pérdida. Y esa pérdida adquiere muchas formas, pueden ser personas, familiares, conocidos hasta mascotas con las que hemos tenido una fuerte vinculación emocional.

Y no se trata de olvidar. No es el actuar como si nunca hubiera existido. Es algo más, es asimilar que se ha ido, y que todo sigue. Y quizás eso se antoje como inabarcable, inmenso e imposible de superar. Y no pasa nada: un profesional de la psicología puede ayudar en ese proceso de duelo, para entender lo que sentimos, lo que afrontamos, lo que supone la pérdida y la reacción de nuestro ánimo, de nuestras emociones ante la situación.

Porque es algo que ocurre y siempre ocurrirá y muchas veces no estamos en el mejor momento para asimilarlo, para procesarlo e incluso para explicarlo a los más pequeños. Es por eso que la preparación de un psicólogo puede ayudar en sesiones en las que hablará y trabajará en torno a esos sentimientos y ese proceso de duelo.

Para algunas personas o para personas que están en un momento vital que les permite asimilarlo, es algo doloroso pero que poco a poco irán superando. Para otras personas quizás por su tendencia emocional o por su momento vital, se convierte en un mundo y puede incluso frenar el desarrollo del día a día porque multitud de pensamientos y emociones los abarcan e impiden concentrarse en el ahora, tan solo sintiendo la pérdida.

El psicólogo no te “ayudará a olvidar”. Te ayudará a entender lo que estás pasando y cómo afrontarlo, cómo incorporarlo a tu vida y cómo recuperar el día a día. Porque el duelo puede herir y doler, pero no superarlo, duele más y un buen profesional tan solo se preocupa de que mejores, de ayudar y de hacer que tu vida diaria sea lo mejor posible.