Terapia infantil para casos de bullying

Terapia infantil para casos de bullying

El bullying desgraciadamente es un término que está siendo escuchado con demasiada frecuencia en los últimos años. Dos de cada diez alumnos sufren acoso escolar a diario. 

Cuando, como padre te encuentras en una situación así y descubres que tu hijo está sufriendo acoso escolar,  es necesario pararse a pensar y buscar todas las soluciones posibles para ayudarlo y la terapia adquiere un papel fundamental en esta situación. 

EMPECEMOS POR EL PRINCIPIO ¿QUÉ ES EL BULLYING?

Probablemente la primera imagen que se te viene a la cabeza cuando escuchas hablar de bullying es una agresión física de un alumno hacia otro, pero lo cierto es que para que exista acoso escolar no tiene por qué darse una agresión física. 

El acoso en el ámbito escolar se manifiesta con actitudes agresivas, intencionadas que se repiten de forma continua sobre un compañero, el acosador puede buscar el sufrimiento de su víctima a través de varias vías:

  • Verbal: Se lleva a cabo mediante insultos, motes, humillaciones públicas, desprecios hacia el físico… etc
  • Social: Excluyendo a la víctima del resto de sus compañeros.
  • Virtual: Es una vía de acoso surgida con la llegada de las nuevas tecnologías: el cyberbullying, en la que el acosador insulta y se burla de su víctima por medio de internet y las redes sociales. 
  • Física: Una violencia llevada a cabo a través de golpes, empujones, patadas… etc
Terapia infantil para casos de bullying

PRINCIPALES CONSECUENCIAS:

Los pequeños que son víctimas de acoso escolar son muy susceptibles de desarrollar, entre otros muchos, problemas de autoestima y trastornos de depresión, ansiedad o fobia escolar.

La socialización también se ve muy afectada ya que ante una situación de maltrato traumática, les es muy difícil desarrollar de forma adecuada las herramientas que le permitan relacionarse con los demás. En los casos más graves, se han dado casos de intento de suicidio o incluso llegar a hacerlo. 

La salud mental se ve muy deteriorada por lo que el acoso escolar debe  abordarse lo antes posible y con medidas drásticas en cuanto se percibe, volcando todo el apoyo posible en el menor. 

¿CUÁL SERÁ LA TERAPIA QUE RECIBA TU HIJO?

El punto de partida para estas terapias es que las situaciones de acoso escolar son detectadas cuando la víctima ya está sufriendo el maltrato, por tanto, lo más normal es encontrar una gran cantidad de somatizaciones y daños psicológicos. Es por ello, que la terapia para niños víctimas de bullying se centra principalmente en recuperar los pilares de su identidad. 

Eso no quita que cada caso es un mundo y por ello, debes acudir a un profesional que estudie el caso de tu hijo de forma individualizada y que se enfoque principalmente en reforzar y recuperar los aspectos que se hayan perdido de la personalidad de tu hijo. 

Terapia infantil para casos de bullying

LA VÍCTIMA NO ES LA ÚNICA QUE DEBE RECIBIR TERAPIA:

Aunque la terapia para los niños es imprescindible ya son ellos quienes están sufriendo el abuso y quienes necesitan de manera urgente un tratamiento que reconduzca su salud mental, no podemos olvidar en en el acoso escolar existen muchos más agentes implicados: el propio acosador, los padres o el propio centro en el que se desarrolla el acoso. 

Por todo ello, es importantísimo que si crees que tu hijo está sufriendo esta situación, no dudes en contactar con un psicólogo especializado en terapia infanto – juvenil, pero tampoco te olvides de los demás. Es muy necesario implicar a los agresores en el proceso de prevención y recuperación, además de exigir a los centros mejores medidas contra este fenómeno que cada vez es más frecuente y dañino. 

Acudir a terapia de pareja

¿Cuándo acudir a terapia de pareja?

La terapia de pareja es una de las intervenciones psicológicas más útiles en la actualidad. Al contrario de lo que ocurre en otras variedades de psicoterapia, no es necesario que exista un diagnósgtico previo de ningún trastorno mental para recurrir a ella. Esto se debe a que el núcleo de actuación de este tipo de terapia no es el individuo como ocurre en el resto, sino que es la propia relación en lo que se trabaja durante las diferentes sesiones de tratamiento. 

Las relaciones de pareja es un proceso muy variable en la que cexisten varios puntos de vista que hace que los problemas que surgen no sean percibidos de la misma forma. 

En ocasiones parece que la relación va muy mal, pero justo después se producen momentos muy agradales que hacen que nos replanteemos si lo que realmente consideramos un problema grave lo era realmente. 

En otros casos, uno de los miembros de la relación está pensando en la ruptura de la pareja, mientras que la otra parte ni siquiera sabe que se están teniendo problemas. 

Por ello, la mayoría de parejas llegan a un punto de inflexión en las que una o ambas partes se preguntan ¿cómo saber cuándo llega el momento de acudir a terapia de pareja?

Acudir a terapia de pareja
  1. CUANDO SE TIENEN PROBLEMAS SERIOS DE COMUNICACIÓN:

Muchas de las crisis de pareja se basan en algo tan simple y complejo a la vez como son los problemas de comunicación. 

Acudir a terapia en estos casos puede servir para conocer e introducir en la vida de pareja tips y dinámicas para expresar los sentimientos de forma honesta y directa y por ende, mejorar la comunicación. 

  1. CUANDO SE ATRAVIESA UNA CRISIS:

Si se tiene muy claro que los problemas que se están teniendo en la pareja son debidos a una crisis de más o menos gravedad que es debida a un hecho puntual, la terapia de pareja puede ser muy útil para hacer que la situación no se prolongue en el tiempo ni que afecte al ambiente privado de la relación. 

  1. CUANDO HAY PROBLEMAS EN LAS RELACIONES ÍNTIMAS:

Cuando se alcanza un momento de poca armonía en las relaciones íntimas y de poca expresión de afectividad, ocurren una variedad de situaciones que pueden evitarse si se acude a terapia de pareja. Durante las sesiones un especialista os dará consejos para comenzar a incorporar conductas que mejoren la situación por la que esté pasando la pareja. 

  1. CUANDO SE TIENE INDECISIÓN SOBRE LOS PLANES DE FUTURO:

Cuando aparecen discrepancias y conflictos en el modo de planear un futuro de pareja, la terapia puede aportar un espacio en la que cada una de los miembros de la pareja encuentre herramientas para expresar sus preferencias de la mejor manera posible y se buscará la forma de establecer una conversación en la que cada uno pueda detallar de forma honesta cuáles son sus preferencias y sobre qué quiere encontrar en la relación. 

  1. CUANDO LOS HIJOS PERTURBAN LA PAZ DEL HOGAR:

La llegada de los hijos a la pareja suele ser un acontecimiento muy feliz pero que en ocasiones altera el espacio necesario para que una relación de pareja tenga momentos de intimidad. Acudiendo a terapia, el profesional aportará las mejores estrategias para que la relación se adapte y afronte de la mejor forma posible la situación. 

Psicoterapia para la depresión

Psicoterapia para la depresión

La depresión es un trastorno mental que se caracteriza fundamentalmente por un bajo estado de ánimo y sentimientos de tristeza, que alteran tanto el comportamiento, como el grado de actividad y el pensamiento de la persona que lo sufre. 

¿CUÁLES SON LOS SÍNTOMAS DE LA DEPRESIÓN?

Los principales síntomas de la depresión son:

  • Tristeza patológica
  • Pérdida de interés y de la capacidad de disfrutar 
  • Disminución de la vitalidad y cansancio exagerado despues de realizar pequeños esfuerzos
  • Sentimientos de culpa o incapacidad
  • Irritabilidad y pesimismo ante el futuro
  • Ideas de muerte o de suicidio
  • Disminución de la concentración y la memoria
  • Intranquilidad y disminución del apetito y de la libido

TIPOS DE DEPRESIÓN

Existen cuatro tipos de depresión: 

  • Depresión mayor: Tiene un origen biológico o endógeno, con un alto componente genético y una menor influencia de factores externos. Es probable que aparezca de manera recurrente y, en algunos casos guarda una cierta relación con la estación del año en la que se encuentre el individuo. 
  • Depresión reactiva: Cuya causa se debe a una mala adaptación a circunstancias ambientales estresantes. 
  • Distimia: Se caracteriza por un cuadro depresivo de menor intensidad, evolución crónica, sin periodos asintomáticos y con sentimientos de incapacidad y somatizaciones. 
  • Depresión enmascarada: No se manifiesta con ninguno de los síntomas anteriores, aparece con moléstias orgánicas y cambios de conducta o somatizaciones. 

TRATAMIENTO:

La depresión es una enfermedad que afecta a casi una quinta parte de la población mundial. Por ello, existen numerosas formas de tratarla y una gran cantidad de profesionales que se dedican a ello. 

Lo más importante, es realizar un correcto diagnóstico para posteriormente, contemplar la gran variedad de técnicas disponibles para conseguir la mayor eficacia posible. Si además de ser eficaz, el tratamiento comienza con prontitud, el pronóstico de la depresión será mucho mejor. 

Psicoterapia para la depresión

PRINCIPALES OBJETIVOS DEL TRATAMIENTO:

  1. Mejorar los síntomas depresivos: Apatía, tristeza, pérdida de interés y del placer y de tristeza. Deben mejorarse con la mayor brevedad posible para que los siguientes puntos puedan darse. 
  2. Recuperar el nives de funcionamiento psicosocial existente antes de entrar en el cuadro depresivo: Esto quiere decir que la persona sea capaz de volver a retomar su trabajo, las relaciones con sus amigos, familia y entorno más cercano pero sobre todo, cuidar de sí misma y volver a disfrutar de su vida. 
  3. Prevenir futuros episodios que puedan darse: Y en caso de que se repitieran, saber cómo afrontarlos de la mejor manera posible. 

Un buen tratamiento para la depresión debe tener muy presente estos tres objetivos, que pueden alzanzarse por diferentes caminos. 

OPCIONES DE TRATAMIENTO PARA LA DEPRESIÓN:

  • Psicoterapia: Es una técnica que a través de palabras y sesiones de terapia puede ayudar a muchas personas a sentirse mejor consigo mismas y lograr un crecimiento personal. 
  • Tratamiento con fármacos antidepresivos: Son muy seguros y tienen muy pocos efectos secundarios. Precisan de receta y prescropción médica, preferiblemente por un médico psiquiatra. Es una técnica mucho más rápida que la anterior ya que el antidepresivo comienza a hacer efecto relatívamente rápido (en dos o tres semanas).

La adecuación de cada uno de estos tratamientos dependerá de:

  1. La indicaciones de los tratamientos para cada tipo de gravedad de la depresión: Es necesario hacer una valoración de los síntomas del paciente y del tipo de depresión y la gravedad en la que se encuentra.
  2. La disponibilidad de los tratamientos: Las depresiones más leves pueden ser tratadas con psicoterapia, mientras que las más graves es preferible tratarlas con medicación o un tratamiento que combine los dos tratamientos. 
  3. La preferencia del paciente una vez que haya sido adecuadamente informado: Él es el que sufre los síntomas y por consiguiente, debe tomar la decisión de su tratamiento una vez que el profesional lo informe con detenimiento. Con toda la información en sus manos y el apoyo de su familia y su terapeuta, podrá elegir entre los distintos tratamientos disponibles. 

Sea cual sea la situación en la que te encuentres, te recomendamos acudir a una consulta psicólogica, solo un profesional será capaz de diagnosticar qué te pasa realmente. Si tienes alguna duda o quieres saber más acerca de la depresión, que cada vez es más frecuente, no dudes en ponerte en contacto con nosotros, estaremos encantados de atenderte.

duelo en la infancia

Duelo en la infancia, lo que debemos saber.

Aquí os dejamos un extracto de nuestro post en Gabiente de Psiclología Málaga sobre el duelo en la infancia.

astenia primaveral

Las implicaciones psicológicas de la astenia primaveral.

Acaba el invierno y llegan los días de sol. Y con el sol, no sabes por qué, te llega también una sensación extraña, como que estás más cansado, más agotado, que se te quita el hambre y el sol, que empieza a calentar, te sienta como un martillazo. Que la luz te supera y tienes dificultades de concentración.
Hay más síntomas, claro: apatía, falta de libido, problemas de concentración, cambios de humor e irritabilidad, pérdida de motivación.

No, no te pasa nada grave, al menos de entrada. Se trata a de la astenia primaveral.

Y ¿qué es la astenia primaveral y por qué, además de físicos, tengo síntomas psicológicos?

La astenia primaveral es un trastorno adaptativo leve, que normalmente desaparecen conforme la estación avanza. Este cambio de estación es lo que provoca esos síntomas al llevarle a nuestro cuerpo y a nuestra mente a forzarlo a adaptarse a ese cambio climático: temperatura, horas de luz, mayor presencia de polen en el ambiente, horas de sueño que pueden empezar cuando todavía hay luz diurna…

Lo cierto es que estos cambios son cada vez más bruscos, no acabamos de salir de una calima cuando viene una ola de frío y lluvias, tres días de sol, terral, sol, otra vez lluvias… La astenia primaveral parece que nos va a volver tan desequilibrados como al clima. Y nuestro cuerpo y mente piden adaptarse.

Cuando empezamos a sentir los síntomas de la astenia, en los últimos coletazos del invierno que se adentran, muchas veces, en las primeras semanas de la primavera, tenemos que hacer un esfuerzo para mantener nuestro ritmo de vida y no decaer, y eso a veces no es fácil. Es un esfuerzo mental y físico importante que nos puede producir estrés, al que se une el cansancio y la apatía que produce la propia astenia y que, de forma comprobada, además, afecta en mayor medida a las mujeres.

Se puede sumar también mayor dificultad para adaptarse a la situación si tenemos un cuadro de ansiedad, depresión, medicación continuada, y como no el abuso de alcohol o alimentos/sustancias estimulantes.

astenia primaveral
astenia primaveral

¿Puedo evitar la astenia?

Puedes hacer por minimizar los efectos, no vamos a decir de entrada «evitar», porque de ello depende muchos factores, algunos de los cuales no están en nuestras manos. Depende mucho de la persona, de sus hábitos, actitudes, pero también de lo consciente que sea de que la padece. Por supuesto factores como los ya mencionados como la depresión y la ansiedad influyen. Pero el estrés, el sedentarismo, algunas patologías relacionadas con el metabolismo, las respiratorias y hepáticas, también influyen.

Modificar los hábitos para mejorarlos, ceñirnos a un horario de comidas y sueño sanos en la medida de lo posible e intentar hacer algo de ejercicio pueden ayudar mucho a disminuir los síntomas de la astenia, igual que el no siempre eliminable estrés, en función de nuestro entorno familiar, social y laboral.

Por supuesto siempre recomendaremos que si esas sensaciones, esos malestares psicológicos de apatía, desinterés, cansancio continuo, falta de motivación, estrés continuado o ansiedad más disparada de lo normal persisten más allá de unas semanas, consultes a un especialista; en psicología en el Gabinete de Psicología de Javier Álvarez estaremos más que encantados de atenderte, escucharte y proponer formas de mejorar tu situación a través de una terapia adaptada a tu caso y a tus necesidades. Porque estamos para escucharte, estamos para ayudarte.

inteligencia emocional

Consecuencias de no educar en inteligencia emocional – Análisis de Inteligencia Emocional de Belén Aguilera

Hoy os traigo un artículo algo diferente en forma, pero no en contenido. Desde hace tiempo llevo queriendo hablar acerca de la falta de inteligencia emocional tanto en las nuevas generaciones como en todas las precedentes. Cuando escuché esta canción por primera vez, supe que era el pequeño empujón que me hacía falta para escribir acerca del tema y que se pudiesen observar las consecuencias directas ocasionadas en la edad adulta por la falta de educación emocional en la etapa infanto-juvenil. A continuación, iremos analizando cada parte de la canción y qué es lo que refleja la artista en cada verso.

Todo va bien, pero me siento regular
Una de cada cien veces me paro a revisar
Por qué a veces río y luego rompo a llorar
Calor y frío, me siento bipolar

Una de las principales consecuencias de la ausencia de educación emocional es la incapacidad para identificar tus propias emociones. Este desconocimiento de las emociones nos empuja directamente a un estado de inestabilidad que nos puede llevar a estar constantemente en los extremos. Si solo sabemos reconocer tristeza o alegría, nos perdemos todo el abanico de posibilidades que nos ofrecen nuestras emociones. A su vez, este déficit de entendimiento, potencia aún más el sentimiento de estar perdidxs, incrementándose así la sensación de que lo que nos esté pasando no podemos gestionarlo por nuestra propia cuenta por falta de recursos o porque directamente no podemos hacer nada. Por supuesto, todos estos factores contribuyen a que percibamos en nosotrxs mismxs una mayor inseguridad y que nuestra autoestima se pueda ver afectada.

A veces algo que no sé identificar
Y es que creo que no es nada en particular
Pero tengo la mala costumbre de callar
Y aunque preguntes nada, no te lo voy a contar

Porque no lo sé ni yo
Si me pasa algo o no
Estamos todos mal, acéptalo
Estamos todos ocultándolo

inteligencia emocional

Educar en emociones es educar en habilidades personales y sociales. Cuando en casa no existe esta libertad de comunicar las emociones y los sentimientos, convertimos esta libertad en un tema tabú que nos acompañará hasta que, probablemente y de manera forzada, una situación te lo exija en algún momento de tu vida. Con esto quiero decir que la mayoría de las veces, nos enfrentamos a las demandas emocionales sin un previo bagaje que nos ayude a afrontarlas, aprendiendo mientras ocurren y frecuentemente, aprendiendo a base de darte contra la pared. Si desde pequeñxs se normalizase que hablar de las emociones es algo sano y necesario, no tendríamos tanto miedo a compartirlas y, sobre todo, no tendríamos tanto miedo a proyectar una imagen de debilidad al hacerlo. Por desgracia, con frecuencia nos encontramos que hablar de nuestras emociones es sinónimo de vulnerabilidad y de intrusión a la propia intimidad, sin embargo, se trata de todo lo contrario. Tener la capacidad de abrirte a los demás y exponer lo que sientes, contribuye a una mayor comprensión de ti mismx y a fortalecer tu habilidad para gestionar tus propias emociones y entender la de los demás.

Estamos actuando
Fingiendo que nada es para tanto
Riéndonos de traumas que estamos superando
Buscando
En el horóscopo el informe semanal
Esta es nuestra inteligencia emocional

En esta parte de la canción he decidido destacar todo porque no hay ni una sola coma que se pueda desaprovechar. En este caso la artista refleja perfectamente dos de las mayores consecuencias de las carencias en educación emocional: el grado de consciencia de la importancia de las emociones, y la ausencia de recursos para entenderlas y la desesperación por encontrarlos. Cuando no somos conscientes de que las emociones regulan nuestra conducta, nos olvidamos de que son la fuente más inmediata para cambiar algo que nos está perjudicando a nosotros o a nuestro entorno más cercano. Por mucho que intentemos cambiar la superficie, si no tratamos todo aquello que lo sustenta no seremos capaces de encontrar el equilibrio necesario para andar sobre ella. Las emociones y la regulación y comprensión de estas tienen una conexión directa con nuestra forma de ser y de actuar ante lo que nos sucede, si no conseguimos escucharlas, estamos desaprovechando el mayor recurso para conseguir la famosa y ansiada estabilidad.

“Buscando en el horóscopo el informe semanal, esta es nuestra inteligencia emocional”. Esta frase representa lo que nos encontramos día tras día en sesión: personas perdidas, que no solo no saben ni escucharse ni entenderse, sino que ni siquiera saben dónde buscar. Hemos recibido una educación tan escasa en tratar y jugar con las emociones que al final hemos creído que la solución a nuestros problemas emocionales no reside en nosotrxs mismxs. Por suerte, contamos con una disciplina que se centra en entender y tratar estas emociones, pero ¿no creéis que en cierto modo es una pena que esa responsabilidad decaiga con frecuencia en los profesionales de la psicología? Nuestras emociones son nuestra propia responsabilidad y si no nos esforzamos en comprenderlas y cuidarlas, estaremos dando de lado a una parte crucial de tu desarrollo personal y sobre todo, acabaremos recurriendo a este horóscopo semanal para saber qué nos esta sucediendo en lugar de recurrir a nosotrxs mismxs.

Todo va bien, no se me puede discutir
Pero es que todavía no me he parado a sentir
Hay algo que avisa y que no se me va a ir
Será por la prisa o porque no lo quiero oír

inteligencia emocional

Esta dificultad para definir e identificar las emociones, dificultan que también seamos capaces de ver las consecuencias que pueden traernos. Cuando nuestro cuerpo y nuestra mente perciben algún tipo de peligro, nos envían señales de alerta que sólo podremos reconocer si estamos en contacto continuo con lo que sentimos. La famosa ansiedad o los problemas de insomnio entre otras, son algunas de estas manifestaciones que sólo aquella/aquel que tenga una relación estrecha con sus emociones podrá reconocer como una señal de alerta de que algo no va bien, convirtiéndose así en un recurso adaptativo. Esto le hará saber dónde tiene que actuar y trabajar de forma más eficaz consigo mismo para que el problema que lo está generando cese cuanto antes. Sin embargo, si no sabemos interpretar estas señales, será mucho más difícil encontrar soluciones ya que tendremos que trabajar el doble: encontrar de dónde procede el problema e intentar solventarlo.

Y solo se agiganta como cuando aquel nudo en mi garganta
O cuando me miro al espejo y lo que veo no me encanta

No sé qué me quiero decir
Solo sé que hoy no me puedo dormir

Para finalizar, ni que decir tiene que esta falta de comprensión de nuestras emociones se puede traducir en falta de fortaleza para hacer frente a los problemas que nos hacen dudar de nosotrxs mismxs. La autoestima no se trata de algo permanente que siempre se encuentre en el mismo punto. Nuestras emociones contribuyen a ello y si nos encargamos de conocerlas y regularlas, también contribuimos a que podamos hablar con nuestra autoestima de TÚ a TÚ de manera honesta e intentando negociar lo que es mejor para ambos.

Espero que os haya gustado esta publicación, me ha parecido una forma entretenida y diferente de poder hablar sobre inteligencia emocional y agradezco enormemente que música y psicología se unan una vez más para transmitir mensajes tan importantes.

Relaciones sociales

¿Cómo puedo mejorar mis relaciones sociales?

Relaciones sociales, cómo mejorarlas.

Las personas somos seres sociales, la socialización forma parte del bienestar emocional de los seres humanos. Necesitamos tener relaciones sociales para sentirnos plenos y no sentirnos solos.

El psicólogo Abraham Maslow propuso allá por 1943 la pirámide de Maslow o jerarquía de las necesidades humanas.

En dicha pirámide se realiza una jerarquización en cinco niveles en que la necesidad afectiva la sitúa en un tercer nivel, detrás de las necesidades básicas  (respirar, comer, dormir) y de las necesidades de seguridad.

Aun así, siendo la socialización y el contacto afectivo tan importante para nuestro desarrollo personal, es algo que tendemos a descuidar, lo que provoca una mala calidad de nuestras relaciones personales y por ende relaciones sociales.

Vivimos en una época de gran desarrollo tecnológico y paradójicamente cada vez nos sentimos más alejados los unos de los otros: ¿Qué es lo que está pasando? ¿Por qué es una demanda cada vez mayor para los psicólogos?

Amigos “virtuales” que no hemos visto nunca pero nos felicitan cumpleaños, grupos de mensajería en que se nos felicitan fechas especiales o se dan pésames, pero, sin nos paramos a pensar… ¿Quién está compartiendo esa tarta o acompañando físicamente en un momento malo?

Lo “virtual” está sustituyendo al “contacto físico”, lo cual está provocando un deterioro en las relaciones sociales.

Tomamos café con personas que tienen el móvil en la mano, y a la vez se produce el curioso fenómeno que al llamarlas no contestan, o bien tardan horas o días en contestar un mensaje o devolver la llamada.

Situaciones de este estilo oímos a menudo en los despachos de psicología cuando “sale” el tema de las relaciones sociales, cuando “sale” el tema de la soledad, siendo la soledad uno de los temas que más trabajamos los psicólogos, consecuencia del impacto que causa en nuestra psique y en nuestras emociones las relaciones sociales.

Bien es cierto que la “soledad” no es la demanda que recibimos en una primera visita, pero suele ser un detonante de procesos de ansiedad, bajo estado de ánimo, frustración o crisis vitales. Podríamos decir que es algo que subyace en el trasfondo del malestar personal, algo que a menudo no se identifica como causa sino como consecuencia.

Numerosos estudios muestran que cada vez más personas se sienten solas en esta época digital. Sin darnos cuenta, estamos dejando que los móviles nos acerquen a personas que tenemos lejos y nos alejen de personas que tenemos cerca.

Vivimos de una manera tan rápida que la vorágine del día a día termina arrastrándonos hasta con las personas con las que tenemos buenas relaciones, eso influye en que nos es más “cómodo y fácil” mandar un mensaje que “perder” unos minutos de nuestro tan escaso tiempo.

¿Te suena este tipo de comunicación?, ¿Lo haces?, ¿Te lo hacen?:

-“Buenas, ¿cómo vas?”

-“Bien, todo bien, ¿Y tú?

-“Bien también. Bueno nos llamamos!”

-“OK”

Si no tenemos buenas relaciones sociales o no las cuidamos podemos sentirnos aislados, y es ahí cuando surge la sensación de soledad y el malestar.

Recordemos que la soledad no es mala, de hecho es sano saber estar con uno mismo, lo malo es la sensación de soledad. Sensación que se puede sentir estando con gente a nuestro alrededor, es una alarma que nos está indicando algo, un “piloto rojo” que se enciende en nosotros y al que hay que atender, una preocupación que tenemos que transformar en “ocupación”, ocuparnos de qué me está sucediendo, y no en ocupar el tiempo en actividades.

relaciones sociales

Pero… ¿Qué podemos hacer para mejorar nuestras relaciones sociales?

Las relaciones sociales (como todo en la vida) hay que cuidarlas. Cuidarlas exige esfuerzo, tiempo y dedicación.

Vivir en la era digital que comentábamos anteriormente, puede y deber ser un plus para nuestras relaciones, como todo en la vida es saber hacer uso de ellas, entender cuando toca un mensaje, una videollamada y cuando un café o una llamada para tener contacto físico.

A la vez es importante realizar un trabajo de conocimiento y de asumir la responsabilidad de cada uno en cómo nos estamos relacionando, qué necesitamos y qué es lo que estamos sintiendo.

Cuando estamos en paz, cuando tenemos serenidad lo transmitimos, algo que es muy atrayente para que quieran estar con nosotros. Transmitir “buen rollo” funciona como un imán para las relaciones sociales, facilita la interacción.

Pequeñas recomendaciones para mejorar nuestras relaciones.

  • Tiempo. Dedicar tiempo, tiempo de calidad en que la persona note que estoy aquí para ti.
  • Escuchar. La escucha activa es un factor importantísimo, es escuchar con las orejas y escuchar con el cuerpo. Recordemos que la información no verbal tiene más importancia que la información verbal. ¿Qué estoy transmitiendo mientras escucho?, a dónde estoy mirando, posición corporal, asentir, no cortar frases, dejar hablar…
  • Empatizar sin juzgar. Intentemos empatizar para saber qué está viviendo la persona que tenemos delante de nosotros, se trata de intentar entender, entender que hay detrás de lo que me están contando y porque me lo están contando a mí.
  • Hablar de uno mismo. Cuando en una conversación se produce reciprocidad la intimidad fluye, se produce un clima de confidencialidad que facilita la comunicación. Podríamos decir que “estamos en el mismo canal”.
  • Trabajar nuestro “diálogo interior” para ver cómo enfocamos las relaciones, con qué prejuicios o actitud acudimos a una conversación.
  • Preguntar. Preguntando mostramos interés a la vez que se clarifican las dudas que tengamos, nos ayuda a intentar entender y empatizar.
  • Pedir. Cuando no sabemos qué nos están pidiendo o que esperan de nosotros tendemos a interpretar, algo que suele llevar a malos entendidos.
  • Autenticidad. Se auténtico, honesto, opinar sin juzgar pero acorde a tus principios, que se sepa quién eres y qué se puede esperar de nosotros.

acompañamiento duelo

Qué no hacer en duelo – Como realizar un buen acompañamiento

Acompañar en duelo es una de las cosas más difíciles que resulta realizar con las personas que queremos. Nos causa ansiedad, malestar e incomodidad, por no saber qué hacer al ver sufrir a aquella persona a la que queremos.

En el Gabinete de Psicología  -Javier Álvarez de Málaga tenemos una unidad de acompañamiento en duelo en la que a menudo familiares y amigos nos preguntan qué hacer, cómo acompañar a consecuencia de la ansiedad, el malestar y el sufrimiento causado por la muerte.

Necesitamos “hacer para sentirnos útiles”,  sin darnos cuenta que el duelo es un proceso, un camino que hay que recorrer, en el que no valen atajos, no hay fórmulas mágicas para mitigar el dolor que nos causa la pérdida de un ser querido.

Una buena manera de acompañar es no caer en todas las cosas que es mejor no hacer, que precisamente son las que más dolor e incomprensión causan al doliente.

Solemos decir a los consultantes que más importante que qué hacer es qué NO hacer, para no causar más dolor de manera inconsciente al doliente.

Ten en cuenta que tú “simple presencia”, el estar,  es un bálsamo para el dolor, por ello no tengas mayor expectativa que estar, estar al lado de la persona que quieres, al objeto de acompañarle en el proceso que tiene por delante, que no le vas a poder evitar pero sí acompañar.

A grandes rasgos algunas cosas a evitar serían las siguientes:

  • 1. No le digas al doliente cómo debe sentirse, cada duelo y cada persona tienen unas características diferentes, lo que a algunas personas les hace bien a otras les hace mal. Escuchemos a la persona y veamos qué es lo que necesita y no lo que yo creo  que le vendría bien.
  • 2. No intentes saber qué decir o qué hacer, probablemente ni el propio doliente sabe qué necesita y lo que le va bien por la mañana puede que le cause malestar por la tarde, es una etapa de mucha confusión.
  • 3. No cambies de tema intentando distraerle, la persona necesita hablar una y otra vez de su pérdida para integrar la vivencia en su psique y en su día a día.
  • 4. No caigas en los tópicos de “ha sido mejor así”, “ya ha dejado de sufrir”, “era muy mayor”, “por lo menos no sufrió”…aunque  a nivel racional puede ser así, la persona está en un nivel emocional, con el tiempo la persona racionalizará toda la información, cuando esté preparada para ello pero, en estos primeros momentos, la emoción no entiende de razones.
  • 5. No caigas en el terrible error de “dar tiempo”. Al principio el doliente está desbordado por lo que está viviendo y cualquier tara cotidiana le suponer un gran esfuerzo, ya sea llevar niños al colegio, cocinar, comprar…con lo que ofrécete y hazte visible desde el principio.
  • 6. No dejes de llamar por dar  ese tiempo que planteábamos en el punto anterior. Si la persona puede y quiere te cogerá el teléfono o contestará ese mensaje, pero aunque no lo haga sabrás que estás ahí. El acompañamiento es sobre todo al principio del duelo, más tarde ya no será necesario. Evita frases o mensajes como…“ya te llamaré”.
  • 7. No dejes que el doliente tome la iniciativa de llamar o pedir ayuda. Es fácil que se siente vulnerable y culpable por recibir tantas atenciones y “no quiera molestar”.
  • 8. No temas sacar el tema y preguntar cómo se siente, es algo que te agradecerá y si no le apetece hablar te lo hará saber o lo notarás con su silencio.
  • 9. No le presiones si no quiere hablar, siéntate a su lado, sobre todo escucha y sentirás qué es lo que necesita la persona. Acompañar en silencio puede ser muy incómodo, ten paciencia. “Cuando no hay nada que decir la mejor palabra es el silencio”.
  • 10. No juzgues ni compares, como mencionábamos anteriormente cada duelo y cada persona es singular y no sabemos qué tipo de relación tenían y qué está influyendo en el desarrollo del duelo.
  • 11. No digas, evita decir frases como “te veo bien”, “lo estás llevando  bien”, “pensé que estarías peor” o cualquiera otra por el estilo, la persona está haciendo un gran esfuerzo y no se sentirá comprendida o juzgada.
  • 12. No dejes de estar presente pasados unos días. Al principio suele haber bastantes personas acompañando, pero pasados unos pocos días la vorágine de la vida hace que todos volvamos a nuestro día a día y el doliente sienta una enorme soledad.
  • 13. No subestimes el acompañar, al principio nos dará la sensación que no hacemos nada para mitigar el dolor de nuestro familiar o amigo, pero, un buen acompañamiento, un “estar ahí” tiene efecto sanador, es reconfortante.
  • 14. No hagas más de lo que te sientes capacitado para hacer. Si ves que la situación te sobrepasa, solicita asesoramiento o ayuda de otros familiares o amigos con los que poder “hacer turnos”, así a la vez evitaremos o estar muchos o no estar nadie.
relaciones familiares

Nuevas maneras de vivir y consecuencias en la psicología

Para bien o para mal nos ha tocado vivir una vida en que la mayoría de las personas tenemos muchas cosas a nuestro alrededor, aunque sean pequeñas cosas que no nos cueste demasiado esfuerzo ni dinero conseguir.

Cosas que podemos obtener y queremos obtener con la máxima celeridad posible, no queremos esperar y si tenemos que esperar nos causa una gran desazón y ya no merece ni la pena ni nuestro esfuerzo.

Compramos con un “click” y a la mañana siguiente ya lo tenemos en casa.

Compramos de manera rápida (muchas veces sin pensar) artículos que al cabo del tiempo nos damos cuenta de que ni hemos usado o que se nos había olvidado que los habíamos comprado. Un libro, un jersey, algo de comida…

Para bien o para mal nos ha tocado vivir una vida en que pequeñas cosas nos llenan de frustraciones, no queremos pensar, sentir y mucho menos tener que sufrir por algo que podemos conseguir con un “click”. Queremos que no nos cueste esfuerzo y eso…no siempre es lo mejor.

Así si se nos rompe un móvil, una lavadora, un mueble, un pantalón o cualquier otra cosa nos es más fácil tirarlo, reemplazarlo y comprar otro que mirar si tiene arreglo o molestarnos en intentar arreglarlo.

compra compulsiva, ansiedad

Os preguntareis que tiene que ver esto con la Psicología.

Cada vez vemos en los despachos de Psicología observamos menos tolerancia a la frustración, más ansiedad por consumir y poca paciencia a esperar, a esperar cualquier cosa o a cualquier persona.

Nos es más fácil si discutimos con un amigo “reemplazarlo” que intentar arreglar una relación, al fin y al cabo “comprar” un amigo nuevo está al alcance de cualquiera con el sinfín de actividades que hacemos.

Nos es más fácil si discutimos con un familiar dejarnos de hablar que “perder” el tiempo en innumerables cafés y conversaciones para intentar arreglar una relación, al fin y al cabo, no tenemos tiempo para realizar un autoanálisis y ver qué parte de responsabilidad puedo tener yo mismo en el deterioro de esa relación.

Nos es más fácil apuntar a los niños a numerosas actividades, dejarles una Tablet, un móvil, televisiones en cada habitación que estar después de una dura jornada laboral jugando, “perdiendo el tiempo” o viendo películas infantiles en vez de una serie que me haga desconectar del día a día.

¡Qué decir de una pareja!. Cada vez son más las rupturas que vemos a nuestro alrededor, parejas que a las primeras dificultades deciden separarse, ya sea después de un período de enamoramiento, cuando nace el primer hijo, ante la enfermedad, problemas con familias políticas…personas a nuestro alrededor que vemos que se separan y al poco tiempo están con otra pareja frustrándose porque viven con la nueva pareja lo que vivían con la anterior y les causaba ese malestar,  mejor volverse a separar que acudir a terapia y ver qué está sucediendo, y así término “comprándome” una nueva pareja.

Pues eso, que aquí estoy pensando que es más fácil lo nuevo que reparar, sea un utensilio o una relación.

Es más fácil, aunque el costo a nivel personal no es tan fácil de asumir y viene dado en forma de Ansiedad, depresión, frustración, pobres relaciones sociales e innumerables conflictos familiares.

Ufff, pensando en todo esto me ha entrado “mal rollo”, debería pensar y trabajar qué estoy sintiendo porque si no, no me voy a poder dormir, bueno…creo que será mejor y más rápido un ansiolítico, un somnífero y mañana algo me compraré u otra cosa haré.