ansiedad social

Sobre la ansiedad social

El Trastorno por ansiedad social (TAS) también es conocido como Fobia Social. Se caracteriza por el miedo antes situaciones sociales que pudieran resultar embarazosas. Antes de lo que hemos vivido por la pandemia del COVID-19 era el trastorno más generalizado entre los trastornos psiquiátricos.

A día de hoy no hay estudios post-Covid que marquen la prevalencia, pero, parece bastante evidente que la prevalencia en la población habrá aumentado.

Caracteriza a la ansiedad social la evitación, nos convertimos en expertos en evitar cualquier situación social que nos provoque malestar, cayendo en la trampa de que a mayor evitación más ansiedad social, a más ansiedad social mayor evitación y, así nos vemos inmersos en un círculo vicioso del cual no somos capaces de salir.

La sintomatología física asociada a la ansiedad social es la típica de los trastornos de ansiedad sobre la que hemos hablado en otros post en la página www.javierpsicologomalaga.com, y suele ser sudoración excesiva, taquicardias, nauseas, sensación de mareo, hormigueo…

Si el malestar es de muy alta intensidad puede derivar en un ataque de pánico.

La sintomatología cognitiva asociada a la ansiedad social suele ser pensamientos irracionales sobre peligros percibidos, sensación de tener que luchar contra “molinos de viento”.

A nivel conductual se caracteriza por la evitación, dejamos de hacer cada vez más cosas porque las percibimos como peligrosas, lugares donde nos puede suceder algo y no encontraremos salida al malestar, como por ejemplo supermercados, cafeterías, reuniones sociales…

En el momento actual que estamos viviendo fruto de la pandemia COVID-19 se ha detectado como la ansiedad social está sufriendo un repunte.

Cada vez más personas nos comentan en el despacho la sensación de malestar y peligro que sienten en determinados lugares, cómo les está afectando un familiar o amigo que no lleva la mascarilla, concentraciones de gente en que no se guarda lo que se ha denominado “distancia social”, niños que no quieren salir a la calle o cualquier otra situación de las innumerables de hoy en día que nos causen malestar.

Es importante que estemos atentos a las señales físicas que nos manda nuestro organismo, lo que es acorde a lo que estamos viviendo y lo que es aumentado por la percepción de peligro.

A nivel cognitivo, tenemos que parar, parar y analizar.

Distingamos entre peligro y riesgo. Si tomamos medidas de autoprotección ante la pandemia el porcentaje de peligro queda disminuido sino extinguido.

¿El riesgo?…El riesgo siempre existe, en cualquier faceta de la vida  hay riesgo.

Distinguir entre peligro y riesgo puede ayudarnos a protegernos y en el caso que estamos planteando hoy, no desarrollar un cuadro de Ansiedad Social o disminuirla.

Recuerda que puedes comentarnos y contar con nosotros en javierpsicologomalaga.com