Ir al psicólogo en Málaga

Ir al psicólogo en Málaga

Hay muchos mitos sobre ir al psicólogo, sobre ir a contar tus cuitas y tumbarte en el diván donde un señor con perilla y gafas apuntará cosas en un cuaderno.

Los que han ido al psicólogo saben que eso no es más que un cliché. Ir al psicólogo en Málaga como en cualquier sitio donde lo necesites implica dar ese primer paso, el paso de reconocer que hay algo que no está bien del todo, algo que te hace pararte en tu día a día y sentir que necesitas una ayuda. A veces no eres capaz siquiera de contarlo o de darle forma. Y es posible que en tus primeras sesiones, después de la valoración, cueste ponerle nombre o llegar hasta el problema. Es parte de tu trabajo.

No vas a contar tus problemas (únicamente)

Al psicólogo no se va a soltar penas y problemas. Pero se puede hacer y a veces será necesario. Fuera del cliché del lugar al que entras y coges la caja de pañuelos, cuando vas al psicólogo lo que haces es no solo pedir ayuda, sino estar dispuesto a recibirla. Y eso no será siempre cómodo.

Se incidirá en temas delicados para ti, pero es que sin ahondar en ello no puedes exponer claramente el problema.

Qué contar en el psicólogo la primera vez

Lo que te nazca. Sinceramente. Hay muchas búsquedas en Google sobre “qué decir en el psicólogo la primera vez”. Es un especialista, déjale guiarte. Expón lo que te pasa, sé sincero o sincera, cuenta el problema y luego permita que haga la valoración. Pregúntale la metodología que vais a seguir y que te explique un poco la tónica de las sesiones.

Un psicólogo no “cura”

No te confundas: el psicólogo no es un médico en el sentido estricto de la palabra. No pone tiritas, ni suturas. Lo que hace es ayudarte a ver qué está mal, qué te incomoda y por qué. Un psicólogo sigue una o varias escuelas de psicología para encontrar la mejor manera de llegar hasta esos problemas, de que llegues y ayudarte a conciliar, a superar, a aceptar.

Algunas veces saldrás de allí con una buena sensación y otras con mal sabor de boca. Porque enfrentarnos a nuestras propias verdades y problemas no siempre es fácil. Esa es una de las partes más difíciles: poner en claro lo que te pasa y tomar la decisión de superar y fortalecerte.

El especialista en psicología, sea de la rama que sea, está ahí para ayudarte. Son también personas, en ningún momento pienses que llevan vidas perfectas, todos tenemos nuestra dimensión privada, y la vida es la vida.

Pero dar el primer paso es tu gran momento, es tu acto de fuerza. Y a partir de ahí buscar la ayuda del profesional para dar un cambio a tu vida. Ese es el papel del psicólogo: el de ayudarte, más que guiarte, a cambiar lo que necesitas, por tu propio pie y tus propias decisiones para poder enfocar la vida de una forma más mentalmente sana.

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