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astenia primaveral

Las implicaciones psicológicas de la astenia primaveral.

Acaba el invierno y llegan los días de sol. Y con el sol, no sabes por qué, te llega también una sensación extraña, como que estás más cansado, más agotado, que se te quita el hambre y el sol, que empieza a calentar, te sienta como un martillazo. Que la luz te supera y tienes dificultades de concentración.
Hay más síntomas, claro: apatía, falta de libido, problemas de concentración, cambios de humor e irritabilidad, pérdida de motivación.

No, no te pasa nada grave, al menos de entrada. Se trata a de la astenia primaveral.

Y ¿qué es la astenia primaveral y por qué, además de físicos, tengo síntomas psicológicos?

La astenia primaveral es un trastorno adaptativo leve, que normalmente desaparecen conforme la estación avanza. Este cambio de estación es lo que provoca esos síntomas al llevarle a nuestro cuerpo y a nuestra mente a forzarlo a adaptarse a ese cambio climático: temperatura, horas de luz, mayor presencia de polen en el ambiente, horas de sueño que pueden empezar cuando todavía hay luz diurna…

Lo cierto es que estos cambios son cada vez más bruscos, no acabamos de salir de una calima cuando viene una ola de frío y lluvias, tres días de sol, terral, sol, otra vez lluvias… La astenia primaveral parece que nos va a volver tan desequilibrados como al clima. Y nuestro cuerpo y mente piden adaptarse.

Cuando empezamos a sentir los síntomas de la astenia, en los últimos coletazos del invierno que se adentran, muchas veces, en las primeras semanas de la primavera, tenemos que hacer un esfuerzo para mantener nuestro ritmo de vida y no decaer, y eso a veces no es fácil. Es un esfuerzo mental y físico importante que nos puede producir estrés, al que se une el cansancio y la apatía que produce la propia astenia y que, de forma comprobada, además, afecta en mayor medida a las mujeres.

Se puede sumar también mayor dificultad para adaptarse a la situación si tenemos un cuadro de ansiedad, depresión, medicación continuada, y como no el abuso de alcohol o alimentos/sustancias estimulantes.

astenia primaveral
astenia primaveral

¿Puedo evitar la astenia?

Puedes hacer por minimizar los efectos, no vamos a decir de entrada «evitar», porque de ello depende muchos factores, algunos de los cuales no están en nuestras manos. Depende mucho de la persona, de sus hábitos, actitudes, pero también de lo consciente que sea de que la padece. Por supuesto factores como los ya mencionados como la depresión y la ansiedad influyen. Pero el estrés, el sedentarismo, algunas patologías relacionadas con el metabolismo, las respiratorias y hepáticas, también influyen.

Modificar los hábitos para mejorarlos, ceñirnos a un horario de comidas y sueño sanos en la medida de lo posible e intentar hacer algo de ejercicio pueden ayudar mucho a disminuir los síntomas de la astenia, igual que el no siempre eliminable estrés, en función de nuestro entorno familiar, social y laboral.

Por supuesto siempre recomendaremos que si esas sensaciones, esos malestares psicológicos de apatía, desinterés, cansancio continuo, falta de motivación, estrés continuado o ansiedad más disparada de lo normal persisten más allá de unas semanas, consultes a un especialista; en psicología en el Gabinete de Psicología de Javier Álvarez estaremos más que encantados de atenderte, escucharte y proponer formas de mejorar tu situación a través de una terapia adaptada a tu caso y a tus necesidades. Porque estamos para escucharte, estamos para ayudarte.

Psicología en Málaga post pandemia

Que aún no tenemos claro del todo el momento “post” pandemia, pero desde luego las implicaciones psicológicas que está teniendo la situación, sí que está mucho más clara. Así como la importancia de contar con un profesional de la psicología en Málaga, si esta es tu ciudad, que pueda ayudarte y suponga una forma más tranquilizadora de afrontar las consecuencias que toda esta tensa situación ha tenido. Tensa emocional y psicológicamente, además de en muchos más ámbitos, por supuesto.

Desde el ámbito de la psicología (y por ende, en nuestra ciudad), hemos observado que han crecido los casos en los que las personas conscientes de que necesitan ayuda recurren al profesional de la psicología en Málaga para afrontar dichas repercusiones: ansiedad, fobia social, síndrome de la cabaña, depresión, además de otros miedos e inseguridades, tensiones con la familia y la pareja, la vuelta al trabajo, afrontar que nuestros hijos vuelven al colegio y ahora más, con el final del estado de alarma.

Recurrir al profesional de la psicología supone un momento de plantar el pie en pared, como se suele decir para poder rehacerse, coger fuerza y ser conscientes de que necesitando ayuda, un psicólogo profesional es lo que necesitamos.

La ansiedad es algo que se puede dar, algo que se puede trabajar con tiempo y terapia pero también está bien, que hay muchos detonantes que la pueden hacer aparecer, sobre todo en circunstancias como las que vivimos ahora que demandan mucha atención, cambios, adaptabilidad y capacidad de respuesta en nuestro día a día.

Un psicólogo ahondará en los motivos que la desencadenan, te ayudará en su gestión y comprensión y sobre todo, teniendo la experiencia necesaria, sabrá elegir la mejor manera de abordarla en función de los muchos factores intervinientes.

Lo mismo con las diversas afecciones que hemos mencionado como la fobia social, el síndrome de la cabaña, la depresión o la terapia de pareja, que también está siendo una de las demandadas dada la situación.

Si tienes alguno de estos problemas, necesitas un poco de ayuda, orientación, un profesional que te guíe y te escuche, Javier Psicólogo Málaga está ahí, ahora en el nuevo despacho en el Centro de Málaga, donde te atenderá encantado, aunque también dispones de la modalidad online si no deseas desplazarte de casa.

blue monday

Blue Monday e ir al psicólogo. ¿Qué está pasando?

El pasado lunes día 20 fue el llamado “Blue Monday” el día más triste del año, y apareció en todos los medios. Hasta se hicieron campañas publicitarias que hablaban de ello con intención de hacerte comprar para “pasar el día más triste” o que incluso te daban pautas de comportamiento para afrontarlo.

¿Qué hay de cierto en el “Blue Monday”? En realidad: nada. Blue Monday fue algo que se originó con motivo de una campaña publicitaria de la compañía (que ya no existe) Sky Travel, y su razonamiento se apoyaba en una fórmula pseudocientífica que desarrolló un profesor retirado de la Universidad de Cardiff (que ya se distanció del profesor). La ecuación en sí no se sostiene ni justifica nada de nada.

Así pues, ¿por qué consideramos que el Blue Monday es el día más triste? O ya puestos, ¿por qué los lunes son tristes y desapacibles? ¿Por qué nos cuesta tanto la vuelta al trabajo, ya sea después de Navidades o Verano?

La respuesta desde la psicología cognitiva la tenemos clara. los pensamientos influyen en nuestro estado de ánimo y estos los publicistas y los empresarios son conscientes de ello.

El “Blue Monday” es un fantástico ejemplo de cómo funciona nuestra mente, cómo los pensamientos anteceden a un estado de ánimo y como esos pensamientos y ese estado de ánimo producen una conducta, en este caso la compra de artículos que probablemente no necesito para encontrar bienestar en la compra y poder paliar las consecuencias del peor lunes del año… ¿Por qué el peor lunes del año? Pues porque me han hecho creer que ese pensamiento es real y que un lunes puede ser mejor o peor que otro cualquiera.

Yo, como psicólogo cuando alguien me plantea en terapia lo malo que son los lunes le contesto lo buenos que son para mí.

Esa persona en cuestión lleva todo el domingo por la tarde atormentándose con la idea de que mañana hay que trabajar, que hay que madrugar que tengo que ver a mí jefe, a ese compañero que mi mente me dice que es lo pero, y así, más y más pensamientos negativos.

Yo los domingos intento disfrutar del domingo y no pensar en el trabajo y cuando tengo un día negativo y pienso en lo malo que es un lunes automáticamente (ha sido un proceso terapéutico) pienso en: «¡¡Javier que tienes trabajo!!», «Javier ten una actitud de intentar que sea un buen lunes, que quedan cinco días para otro fin de semana», o cualquier otro que contrarreste los pensamientos negativos. No se trata de pensar en positivo, hoy en día hay muchos estudios que dicen que eso no funciona, se trata de tener pensamientos realistas.

Quizás un lunes no es el mejor día de la semana ¡pero tampoco es el peor lunes del año! ¿Blue Monday?… Es un lunes como otro cualquiera.