Nuevas maneras de vivir y consecuencias en la psicología
Para bien o para mal nos ha tocado vivir una vida en que la mayoría de las personas tenemos muchas cosas a nuestro alrededor, aunque sean pequeñas cosas que no nos cueste demasiado esfuerzo ni dinero conseguir.
Cosas que podemos obtener y queremos obtener con la máxima celeridad posible, no queremos esperar y si tenemos que esperar nos causa una gran desazón y ya no merece ni la pena ni nuestro esfuerzo.
Compramos con un “click” y a la mañana siguiente ya lo tenemos en casa.
Compramos de manera rápida (muchas veces sin pensar) artículos que al cabo del tiempo nos damos cuenta de que ni hemos usado o que se nos había olvidado que los habíamos comprado. Un libro, un jersey, algo de comida…
Para bien o para mal nos ha tocado vivir una vida en que pequeñas cosas nos llenan de frustraciones, no queremos pensar, sentir y mucho menos tener que sufrir por algo que podemos conseguir con un “click”. Queremos que no nos cueste esfuerzo y eso…no siempre es lo mejor.
Así si se nos rompe un móvil, una lavadora, un mueble, un pantalón o cualquier otra cosa nos es más fácil tirarlo, reemplazarlo y comprar otro que mirar si tiene arreglo o molestarnos en intentar arreglarlo.
Os preguntareis que tiene que ver esto con la Psicología.
Cada vez vemos en los despachos de Psicología observamos menos tolerancia a la frustración, más ansiedad por consumir y poca paciencia a esperar, a esperar cualquier cosa o a cualquier persona.
Nos es más fácil si discutimos con un amigo “reemplazarlo” que intentar arreglar una relación, al fin y al cabo “comprar” un amigo nuevo está al alcance de cualquiera con el sinfín de actividades que hacemos.
Nos es más fácil si discutimos con un familiar dejarnos de hablar que “perder” el tiempo en innumerables cafés y conversaciones para intentar arreglar una relación, al fin y al cabo, no tenemos tiempo para realizar un autoanálisis y ver qué parte de responsabilidad puedo tener yo mismo en el deterioro de esa relación.
Nos es más fácil apuntar a los niños a numerosas actividades, dejarles una Tablet, un móvil, televisiones en cada habitación que estar después de una dura jornada laboral jugando, “perdiendo el tiempo” o viendo películas infantiles en vez de una serie que me haga desconectar del día a día.
¡Qué decir de una pareja!. Cada vez son más las rupturas que vemos a nuestro alrededor, parejas que a las primeras dificultades deciden separarse, ya sea después de un período de enamoramiento, cuando nace el primer hijo, ante la enfermedad, problemas con familias políticas…personas a nuestro alrededor que vemos que se separan y al poco tiempo están con otra pareja frustrándose porque viven con la nueva pareja lo que vivían con la anterior y les causaba ese malestar, mejor volverse a separar que acudir a terapia y ver qué está sucediendo, y así término “comprándome” una nueva pareja.
Pues eso, que aquí estoy pensando que es más fácil lo nuevo que reparar, sea un utensilio o una relación.
Es más fácil, aunque el costo a nivel personal no es tan fácil de asumir y viene dado en forma de Ansiedad, depresión, frustración, pobres relaciones sociales e innumerables conflictos familiares.
Ufff, pensando en todo esto me ha entrado “mal rollo”, debería pensar y trabajar qué estoy sintiendo porque si no, no me voy a poder dormir, bueno…creo que será mejor y más rápido un ansiolítico, un somnífero y mañana algo me compraré u otra cosa haré.
Mi nombre es Javier Álvarez, soy psicólogo general sanitario, colegiado por el colegio oficial de psicólogos de Andalucía con el número AO10698.
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