Navidad, ¿bien o en familia?
En estas fechas corre un chiste que pregunta: la Navidad, ¿bien o en familia? Detrás de un chascarrillo irónico subyace la sabiduría popular de algo que los psicólogos podemos dar fe… En Navidad se incrementan los conflictos familiares, además de dispararse las situaciones de ansiedad pre reuniones familiares, muchas veces solo con ver los primeros adornos.
Los motivos son varios, el vaso se ha ido llenando a lo largo del año, hemos ido dando excusas para no juntarnos, para no vernos, pero… y quedemos dilatarlo al máximo posible, incluso pensando en qué pasaría si no fuéramos, qué pasaría si ponemos una excusa y evitamos esa mesa navideña con todo lo que conlleva. La ansiedad en Navidad hace presa en nosotros y de pronto… llega el 24 de Diciembre y ya no hay excusa que poner. ¡Tenemos que sentarnos en la mesa con aquel familiar al que hemos intentado no ver ni escuchar durante un año!
Es el día del cuñado/a, primo/a y a veces incluso hermanos que saben de vino, entienden de cocina, saben como educar a nuestros hijos, de economía o de cualquier tema que se ponga sobre la mesa, y que además no se corta en criticar tu veganismo y sin cortarse un pelo para pontificar sobre política y de cómo arreglar la sociedad, por no hablar de tu vida personal, incluso. Si a esto añadimos, como decíamos, antes que el vaso ya estaba casi lleno…voila!, tenemos servido el conflicto, que explotará en la cena de Navidad o al llegar a casa con la pareja (típicos daños colaterales posteriores y que muchas veces están a nuestro lado cuando la ansiedad en Navidad hace presa en nuestro ánimo).
Y ahora: ¡viene la Navidad!
Estamos muy acostumbrados a oír hablar “Personas tóxicas” y no nos damos cuenta o queda mal decir que también existen “cuñados tóxicos” y “familias tóxicas”, aquellos en los que pensar incluso nos puede disparar la ansiedad.
La diferencia es que una persona tóxica con la que no pertenece a nuestra familia podemos identificarla y una vez que lo hemos hechos apartarla de nuestra vida, es algo tóxico, no nos hace bien y decido que no lo quiero en mi vida.
¿Qué haces cuanto te tratan mal?
Me trato bien y me voy.
En cambio, ¿cómo apartar un cuñado, una suegra, un hermano o cualquier otro familiar sin que tenga un alto coste emocional para nosotros o para la familia?, ¿cómo no ser destrozados emocionalmente por un familiar tóxico sin romper la familia?
La respuesta es a través de la “actitud”. Debemos ser conscientes que en la vida a veces tenemos que “tragar ciertos sapos” para que las relaciones funcionen. Es necesario aceptar que no habrá una buena relación con un familiar tóxico pero que sí puede ser una correcta relación en la que por el bien de la familia hablemos del tiempo, los niños, o el programa de televisión sobre la Navidad.
Un error muy común es autoengañarnos diciéndonos: “yo no soy falso y como no me cae bien lo hago ver”. Eso en la jungla emocional podría estar bien, pero como hemos dicho que en la vida familiar hay que tragar ciertos sapos por el bienestar de nuestras parejas, hijos o restos de familia, la actitud ha de ser constructiva y de autocontrol desde la generosidad.
Si lo pensamos bien, hablar de temas triviales un par de veces al año por el bien de los que queremos no es un precio tan alto, es cuestión de actitud, actitud de “poner cara fácil”…sonreír, preguntar…
Sí aún así no funciona poco podremos hacer. Hay otro dicho que dice que dos “no discuten si uno no quiere”.
A mí me gusta más darle la vuelta y decir que “dos no se llevan bien si uno no quiere”. Si nuestra actitud es de sentarnos en una mesa, buscar temas de conversación, poner cara fácil y no funciona poco podremos hacer, pero nosotros habremos trabajado en el bienestar familiar y personal y, personalmente, habremos trabajado en lo posible no solo con nuestra ansiedad en Navidad sino también para con la familia, la pareja, y podremos estar satisfechos de no haber sido nosotros quienes no hayan puesto de su parte para salvar el momento.
La ansiedad en Navidad es algo común y no olvides que en cualquier caso, siempre hay psicólogos en Málaga dispuestos a ayudarte.
Mi nombre es Javier Álvarez, soy psicólogo general sanitario, colegiado por el colegio oficial de psicólogos de Andalucía con el número AO10698.
https://javierpsicologomalaga.com
Un gran consejo. Gracias por aportar tu grano de arena a las familias en estas fechas tan señaladas.
Felices fiestas.
Me quedo con la frase “Me trato muy bien y me voy “ . “Del cueces o enriqueces “ hemos pasado al “Bien o en familia “ , los tiempos cambian y la sociedad no se queda atrás . Excelente visión de una comida familiar .
Siempre hay un punto en que si dos quieren se pueden encontrar, porqué no en la cena de Navidad.
Gracias por la aportación.